viernes, 23 de diciembre de 2011

Un escultor impresionista (para alumnos)


Conocemos a muchos pintores impresionistas, pero menos escultores. Uno de ellos es Medardo Rosso, nacido en Turín en 1858 y fallecido en Milán en 1928, por lo que su vida transcurre cuando el impresionismo está en su momento culminante, pero también otros movimientos artísticos de vanguardia.

Apasionado del dibujo, muchas de sus obras parecen bocetos, pero él las consideró terminadas, pues quiso trascender de la escultura tradicional que ya Rodin había revolucionado. Precisamente porque el boceto es algo muy propio de los dibujantes, Rosso hizo varias versiones de un mismo tema, utilizando incluso diversos materiales. En ocasiones imaginó el tema, pero en otras se valió de modelos que posaron para él; una característica de su obra es que muchas de sus esculturas (no todas) están concebidas para ser observadas desde un solo punto de vista. Otra característica es que en ocasiones la obra consiste en relieve sobre un bloque exento. El relieve tradicional está sometido al lugar donde se encuentra el bloque, pero en el caso de Rosso sus esculturas pueden ser trasladadas de un lugar a otro. 

La desintegración de los volúmenes, tal y como hiciera Miguel Ángel con sus "esclavos" y algunas "piedades", unido a la irregularidad del modelado, hacen de Rosso un innovador que trabajó la escultura en cera sobre yeso, el bronce y otros materiales. En ocasiones consigue el efecto de una veladura sobre el rostro de los personajes (ver el ejemplo de arriba: "He aquí el niño", 1906).


En "La edad de oro" (cera sobre yeso, 41,91 cm. de altura, Fine Arts Museums of San Francisco) una madre abraza a su hijo lloroso sin que los límites de uno y otro personaje estén definidos, como ya hiciera Miguel Ángel, por ejemplo, en "La Piedad Rondanini". ¿Que mejor forma de representar el amor marteno que fundir los dos cuerpos en uno solo?

(1890)





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