viernes, 6 de enero de 2012

De Tarso a Aquis Calidis


Al sur de la actual Turquía se encuentra la ciudad de Tarso, patria de Pablo, principal propagandista del cristianismo a mediados del siglo primero de nuestra era. En dirección norte, a muy poca distancia (en grados solo 0,5, en kilómetros 55) se encuentra la antigua Aquis Calidis, estación termal romana que ya había sido utilizada por Alejandro Magno en su viaje guerrero en Asia. Hemos ascendido desde una altura de 100 m. sobre el nivel del mar en Tarso hasta los 1.500 de Aquis Celenis, la actual Çiftehan, en la cordillera que se llamó las Puertas de Cilicia, pues salvándola se accedía a dicha región de Capadocia. En total la pendiente es 2,5%, pero como al principio el terreno es más bien llano, son los últimos kilómetros en los que el terreno se empina vertiginosamente. Arriano, en el siglo II de nuestra era, relata los baños que tomó Alejandro en las aguas termales. Con la altura, y aún encontrándose la localidad a unos 37º norte, el clima se continentaliza y en los inviernos aparecen las nieves.


Atrás queda Tarso, muy cerca del mar Mediterráneo, a orillas del río Cidno, que en su desembocadura forma una laguna que sirvió de puerto a la ciudad. El paisaje es bello, formándose cataratas en medio de algunas frondosidades. Contrariamente a Çiftehan, donde se encuentran las termas, en Tarso el clima es medieterráneo.

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