lunes, 3 de septiembre de 2012

Vicisitudes de Perinto

Población griega cercana a la antigua Perinto
Heródoto nos habla de una serie de ciudades griegas que la arqueología está pendiente de redescubrir. En su Libro VI de las "Historias" (Erato) nos dice que "en dicha costa del Helesponto, que pertenece a la Europa, se halla el Quersoneso, en que se encuentran bastantes ciudades; se halla la ciudad de Perinto; se hallan los fuertes de la Tracia, como también las ciudades de Salibria y de Bizancio...". Si no fuese porque esta última fue luego capital del imperio romano de oriente, aunque ya era una imporante colonia griega, hubiese quedado olvidada como Perinto, Salibria y otras.

Perinto, excéntrica respecto de las principales polis griegas, había sido colonia de los samios, quizá fundada en el cambio de los siglos VII a VI antes de Cristo. Cercana a Bizancio, de ella tenemos noticias no solo por parte de Heródoto sino de Diodoro Sículo en el siglo I antes de Cristo. Aliada de Atenas contra las pretensiones expansionistas de Filipo II de Macedonia, sufrio asedio en el año 338 antes de Cristo, pero fue ayudada por Bizancio y los persas, que obviamente no querían el expansionismo macedonio. Una generación más tarde, con Alejandro, el imperio persa perecería, como se sabe, a manos de Madeconia.

Perinto, en la costa norte del mar de Mármara, se encontró en la encrucijada de varios mundos: del Egeo, de Anatolia, de Macedonia, del mar Negro y del bajo Danubio. La península en la que se encontraba es una llanura que se estrecha hacia el Bósforo y se anchea hacia los Balcanes. No es extraño, pues, que sufriese las vicisitudes de la guerra, teniendo que buscarse aliados para no caer (aunque cayó) en manos de poderosos imperios, primero el persa y luego el macedonio.

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