martes, 11 de diciembre de 2012

Compostela y los curas liberales

La plaza de Cervantes (imagen antigua)
Trabajos como el de J. A. Vázquez Vilanova (1) avanzan sobre lo que sabemos acerca del clero liberal en el siglo XIX, particularmente en Galicia. El autor habla de que se trata de un grupo reducido en medio de la inmensa mayoría absolutista, aunque quizá algunos clérigos de pensamiento liberal, lo ocultasen por "temor a las represalias". 

De entre los liberales también se observa una cierta diversidad, sufriendo algunos encarcelamiento durante las etapas absolutistas, particularmente entre 1814-1820 y 1823-1833. Algunos lucharon para que se aboliese el Tribunal de la Inquisición, comprendiendo que era una institución culpable de muchas injusticias y que en nada se ajustaba al derecho procesal de un Estado justo. El autor cita el caso de Don Manuel Acuña, enemistado con el arzobispo Múzquiz, que había intentato con anterioridad, sin éxito, obtener plaza de inquisidor. Podría ser como un "modus vivendi" o para ejercer desde ese puesto una política más benigna que la usual. Terminó desterrado y recluido en el convento de Herbón, donde estuvo preso hasta 1820.

Los oportunistas tampoco faltarían, acomodándose a los períodos liberales en torno a 1812, 1820-1823 y desde 1833 en adelante. De todas formas la inmensa mayoría del clero en la diócesis compostelana era absolutista (del 0,5 al 0,8% sería liberal según el autor). 

Otro asunto son las motivaciones: en ocasiones serían intereses materiales, otras intereses ideológicos, pero la mayor parte de los liberales que se han localizado se encontraban en núcleos urbanos y entre los cuadros docentes de la Universidad, por lo que las autoridades eclesiásticas decidieron crear el Seminario Conciliar en 1829, cuando ya el concilio de Trento lo había ordenado en el siglo XVI. En el Seminario se defenderán la unidad católica y el poder temporal del papado, entre otras cosas, en un momento en que el regalismo se encontraba en una fase avanzada de su existencia. 

Otro caso es el del presbítero de la parroquia de Salomé, que declarando sus convicciones liberales, fue recluido en un convento; al igual que un vecino de Santiago, Don Sebastián Souto, quien en 1828 fue encarcelado en varios conventos hata que, estando en el monasterio de Acibeiro, se fugó. A principios del siglo XIX existía una tertulia liberal en el Colegio de San Jerónimo, en la cual participaban clérigos como el catedrático de la Universidad, Bazán de Mendoza, el profesor Regueiro Vázquez y quizá algunos canónigos. Otros eran Don Joaquín Patiño, González Varela y el bibliotecario Don Francisco Pedrosa, que se reunían en la biblioteca de la Universidad, concretamente en el cuarto de los libros prohibidos. 

En ocasiones se mezclaban las acusaciones de liberal con otras circunstancias personales, como es el caso del cura de Santa María de Iria, que en 1826 fue denunciado por "comunicación ilícita con la criada mayor". En Pontevedra encontramos casos de curas liberales: Don Juan María David, presbítero secularizado y Don Sebastián Giménez, capellán. Agunos otros casos se detectan en A Coruña y Betanzos. En la primera ciudad destaca Don Gregorio Moreno del Molino que, según el párroco de San Jorge, era "el constitucional más exaltado... pero tiene la habilidad de mudar la Piel (sic)... anduvo por las calles predicando y exortando a todos en fabor (sic) del diablo y recogiendo firmas contra el Rey...".  En las afueras de Santiago también encuentra el autor citado clérigos liberales: el cura de Santa Cristina de Nemenzo y el de San Cristóbal de Eixo.
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(1) "El clero liberal de la diócesis compostelana durante la primera mitad del siglo XIX: análisis e interpretación de un fenómeno peculiar", Cuadernos de Estudios Gallegos, tomo XLVIII, fascículo 114, Santiago, 2001.

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